Lo prometido es deuda nos quedamos en, casi, la línea de salida, tal y como comentaba en el apartado de este blog NEWS.
Buena noche, más o menos, para no cambiar mucho las costumbres en pie a las 06:45 de la mañana: baño, desayuno, nos vestimos y salimos para el estadio en moto, me abrigo bien pues hace un poquito de frío, esto no me saca de dudas sobre la cantidad de ropa que debo llevar, nada del otro mundo: una o dos capas en la parte superior, tampoco había más dudas.
Al llegar al estadio saludo a Antonio Blanco, amigo de Riki Abad desde su estancia maratoniana en Málaga; luego me encuentro con D. Jesús Roca, me pide que vaya con ellos, se lo agradezco pero no tengo ganas de salir del plan establecido como ya me ocurrió el año anterior, que quede constancia de que Pepe Solís no tuvo la culpa, esa es sólo mía que tome la decisión errónea.
Guardarropa, un poquito de movimiento para entrar en calor y a la pista buscando la salida, una carrera entre amigos, 700 atletas para este tipo de carreras no es a lo que estamos acostumbrados pero es lo que hay, cuidado con no quedarnos solos por el camino que se puede hacer eterno.
Resumo rápidamente para no aburrir a nadie lo que transcurrión en tres horas y media: buena salida y me encuentro corriendo a un ritmo aceptable, adelanto a los globos de las 4 horas y 45 minutos, al de las 4 horas 30 minutos, al de las 4 horas, pongo un poquito de tranquilidad y con ella me acerco al de las 3 horas 30 minutos, mi objetivo, no vi en ningún momento al 3 horas 45 minutos, con el viento que hacía o voló o decidió dejarlo volar. No miro el reloj, voy muy comodo, puedo ir más rápido pero no, sólo de vez en cuando, alguien comentaba el ritmo por kilómetro, en un grupo al que me uní una vez superado el globo deseado, tiempos por debajo de los 5 minutos, lo que me hacía pensar más de la cuenta y me retenía.
De camino al 17 me encontré con mi animación particular, sonrisas y alegria: a la vuelta de camino al medio sabía que las volvería a ver, e incluso me acompañaron las dos durante unos metros, muy meritorios los de la pequeña que no se amilanó por el ritmo y aguanto con muñeco incluido; despedida por que hasta el 39, si todo iba bien no nos veríamos. Así que llegado al 28 giro y nos enfrentamos al viento de poniente durante la vuelta, la novedad de callejear por el Centro de Málaga y de nuevo al paseo marítimo buscando la meta, lo esperado en el 39 mis fans me esperan y me vuelven a animar, me acompañan en coche un tramo, ya nos veremos en el estadio; estoy bien, me duele, a parte de todo, la planta de los pies. Pero nada, se me olivdaba disfruto de la compañía de Javier Cuevas desde aproximadamente el 35, así que incluso hablamos, me da la impresión que en algún momento se queda, parece que no le sentó bien el desayuno, y por fin, llegada al estadio y entrada victoriosa en meta. Uno más para el saco y van 14 terminados.
Sevilla preparate que si no pasa nada estaremos allí el 19 de febrero.